LA TOLERANCIA permite comprender y valorar la posición de los demás, sin pensar que son una amenaza a las propias. Implica aceptación del otro, es decir, adoptar una actitud ajena al comportamiento de terceras personas, aún cuando en el fondo no la consideremos apropiada.
EL RESPETO es una actitud más considerada y comprensiva, consiste en entender porque la persona hace o dice lo que dice. En lugar de TOLERAR lo que hagan, es mejor aún EMPATIZAR con las personas y considerar que sus motivaciones son tan válidas como cualquiera.
En otras palabras…el RESPETO surge cuando pasamos de la SIMPLE TOLERANCIA, al RECONOCIMIENTO y ACEPTACIÓN del otro...tomando una postura más empática, humana e igualitaria.
Éste en realidad es un tema complejo porque hay otros tipos de tolerancias que no se pueden aceptar, como por ejemplo el maltrato hacia las mujeres en algunas naciones, la esclavitud, persecuciones raciales etc.
Pero el
tema acá es otro, aprender a convivir y a tolerarnos los unos con los otros en
actitudes y situaciones de nuestro día a día...
¡¡No pienso igual a esta persona!! Y respeto sus ideas…
¿Pero que hago para no juzgarla dentro de mí?
Algunas
veces respetamos lo que los otros hacen y dicen al quedarnos callados y no
juzgarlos verbalmente, pero dentro de nosotros criticamos esas actitudes que no van con nuestra forma de pensar…este es un
punto importante que debemos de aprender a manejar, y ser más que parecer...
Practicar
la tolerancia parece una tarea fácil, pero en la vida práctica no lo es…
Solemos perder la paciencia con nuestros padres...
Con
nuestros hijos….
Con
nuestros amigos…
Con
nuestro Jefe…
Con
nuestro cónyuge…
Si lo vemos bien, esto lleva implícito un poco de egoísmo, y poca empatía. Quizá en el fondo queremos que los demás piensen y sientan como nosotros sentimos y eso nos hace verlos diferentes…
Podría
haber arrogancia dentro de nosotros cuando solemos perder la paciencia…¿Por qué
arrogancia? Porque es posible que nos creamos mejores y al ver que las otras personas flaquean en esas áreas en las que
nosotros nos creemos “fuertes” nos hace verlos o juzgarlos de manera injusta.
PONERNOS EN LOS ZAPATOS DE LOS OTROS es un dicho trillado, pero en realidad es tan
importante hacerlo, pero hacerlo de corazón, pensando en realidad que puede
estar viviendo o pasando esta persona para comportarse de X o Y forma, pensar
en su trasfondo de vida, su niñez, su vida en sí, lo que ha sufrido o pasado,
eso nos hace ver a las personas de una forma más comprensiva y más amorosa…pero
que sucede cuando no sabemos porque las personas se comportan de manera no
adecuada o actúan incorrectamente, quizá son personas herméticas que no se
atreven a contar lo que han vivido o viven aún, por diferentes razones:
timidez, miedo a la burla, a la crítica o incluso miedo a desenmascarar aquello
que no quieren que los demás vean de ellos…estas personas necesitan tanta
tolerancia o más que aquellos que si pueden expresar lo que han vivido…
Un síntoma marcado de baja tolerancia es la IRA o ENOJO. Todos somos o hemos sido intolerantes más de una vez. Analicemos y meditemos nuestra actitud en un día normal...¿Cuantas veces perdí la paciencia con alguien? ¿ Me molestó la persona que masticaba chicle abriendo la boca y haciendo ruidos fuertes? ¿Me incomoda mi compañero de trabajo que camina arrastrando los zapatos? ¿Cada vez que escucho a mi vecina que no deja hablar, me pongo molesto(a)?. Es saludable para uno mismo estar conscientes del porque nos molestan ciertas situaciones, también es bueno que pensemos que cada vez que nos enojamos los perjudicados somos nosotros mismos (la mayor parte del tiempo las otras personas ni cuentan se dan de nuestro enojo)....Pensemos que no estamos solos en este mundo y que además somos diferentes (podemos ver esto en casa, un hijo no se parece al otro), media vez lo que hagan las personas no lleve un ataque directo a ti, no tendría porque molestarte, tenemos que aprender a convivir en armonía unos con otros.
Cuando pierdas la paciencia con alguien piensa…que estará viviendo esta persona dentro de si, míralo con amor, con respeto, pensando que todos somos hijos del mismo Padre, iguales ante sus ojos, que nos ama por igual…y que aunque seamos diferentes…somos complementarios 😇
Quiero cerrar con esta frase que he aprendido de mi papá que aunque suene sencilla el solo hecho de practicarla o decirla en momentos de baja tolerancia nos hace cambiar nuestro sentir y pensar hacia los demás, haz la prueba y realmente sentirás el cambio....
No bendecid al bueno ni maldecid al
malo….ellos son así.
Y recuerda decir:
💗💗HOY DECIDO SER FELIZ💗💗
Me encanto! Mi mami dice no te enojes con nadie, no es que no te entienda, no es que no vea, no es que sea malo....simplemente es otra persona !
ResponderEliminarSabiduría pura!! Que buen consejo el de tu mami. Gracias querida amiga, Bendiciones 😘💕
ResponderEliminar